El Circo
Dos atletas saltan de un lado a otro de mi almalanzando gritos y bromeando acerca de la vida:y no sé sus nombres. Y en mi alma vacía escucho siemprecómo se balancean los trapecios. Dos atletas saltan de un lado a otro de mi almacontentos de que esté tan vacía.Y oigo oigo en el espacio sonidos una y otra vez el chirriar de los trapecios una y otra vez. Una mujer sin rostro canta de pie sobre mi alma, una mujer sin rostro sobre mi alma en el suelo, mi alma, mi alma: y repito esa palabrano sé si como un niño llamando a su madre a la luz, en confusos sonidos y con llantos, o bien simplemente para hacer ver que no tiene sentido. Mi alma. Mi alma es como tierra dura que pisotean sin verla caballos y carrozas y pies, y seres que no existen y de cuyos ojos mana mi sangre hoy, ayer, mañana. Seres sin cabeza cantarán sobre mi tumba una canción incomprensible.Y se repartirán los huesos de mi alma. Mi alma. Mi hermano muerto fuma un cigarrillo junto a mí.
Leopoldo Maria Panero
Leopoldo Maria Panero
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